Durante este periodo, niñas, niños y adolescentes participaron activamente en los espacios de formación cultural y deportiva, diseñados para fortalecer nuestras raíces, fomentar la creatividad y promover el desarrollo integral de la niñez y juventud esmeraldeña.
En el área cultural, se vivió una verdadera conexión con nuestras tradiciones ancestrales. Los participantes aprendieron a interpretar instrumentos propios de nuestro folclore como la marimba, el cununo, la guasa, el bongó, las congas, el timbal, la batería y el piano. Además, exploraron su talento en el canto y la danza tradicional, reafirmando la importancia de mantener viva la herencia afroesmeraldeña.
Paralelamente, en el área deportiva, la Escuela de Formación Deportiva brindó espacios de enseñanza y práctica en disciplinas como fútbol, vóleibol, baloncesto, natación y atletismo, donde los participantes no solo aprendieron técnicas, sino también valores como el compañerismo, la disciplina y el trabajo en equipo.
La jornada de clausura fue un verdadero espectáculo. El auditorio vibró de emoción con las presentaciones artísticas y musicales preparadas por los estudiantes, quienes demostraron todo lo aprendido con orgullo y entusiasmo. Cada aplauso fue un reconocimiento al esfuerzo, al talento y al compromiso de nuestras nuevas generaciones.
Desde la Alcaldía Ciudadana reafirmamos nuestro compromiso con la educación, la cultura y el deporte como pilares para formar ciudadanos íntegros, conscientes y orgullosos de su identidad.
¡Nuestros hijos son el presente que construye el futuro de la nación!